La parte primera de esta reflexión finalizaba con la constatación de un siniestro paralelismo entre el transversalismo desideologizado de Podemos y las tesis del crepúsculo de las ideologías enunciadas ya en 1965 por el padre doctrinal de la ultraderecha franquista Gonzalo Fernández de la Mora. Padre doctrinal de Rajoy y aférrimo defensor de la llamada “democracia de las oligarquías.” Se trata de posicionamientos paralelos que cierra una vez más la vieja circularidad cainita del hispanismo ortodoxo de casta conformando el tradicional espiritualismo hispánico difuso del cambio de lo semejante por lo igual.
El naufragio de la
patera del régimen del 78
Así pues, el españolito
errante salió en transición de la península franquista embarcado en el mismo
flotador que le vendieron los traficantes del régimen. Navegó en aguas calmas y
soles placenteros durante tres decenios, pero cuando arreció el temporal,
muchos perecieron bajo las olas y aquellos que quedaron con el agua al cuello
sólo desentumecían sus cuerpos con el sueño de un nuevo sol naciente.
Una vez más la fe se
convierte en el imaginario español en el único salvavidas de los madobedientes
de la patera que desesperados recurren a la memoria para mantenerse a flote con
la ira de su suerte. Buscan la autoridad moral suficiente para recuperar la
taxonomía de buenos y malos que siempre dividió al vecindario nacional; la
vieja cantinela de las trincheras de “ellos” frente a las
de “nosotros”.
El sempiterno salvamento
de la hispanidad; los ellos y los nuestros.
“Ellos” son los del
régimen del general. Son el compost indistintamente algamasado de los del Ibex
35, los de la cal viva, y los del austericidio. Y “nosotros” somos
los del catálogo del victimario empezando por los represaliados del movimiento,
los excluidos del pragmatismo narcisista del felipismo, y los arruinados por el
fetichismo acaparador de los corruptos de la gaviota.
Está claro que en un
escenario de naufragio el discurso es inútil cuando tienes la garganta inundada
y las orejas racheadas por la violencia del temporal. Lógicamente son los
hechos –es decir, las cuerdas que te mantienen unido a la patera–, los únicos
que te indican cómo actuar en la urgencia; nunca los sueños utópicos de lejanas
tierras prometidas.
Es el gran
descubrimiento novedoso de los politólogos experimentales de la Complutense
cuando observan que es esa misma cuerda la que une el 15M –con un fortísimo
amarre–, con todo el gigantesco victimario causado por la historia inútil de
España –desde los Reyes Católicos hasta hoy mismo–, alumbrando así un enorme
caudal de legitimidad moral.
Se trata de una
legitimidad incuestionable que emerge de la profunda irracionalidad visceral, y
genómica, que permanentemente caracterizan las élites hispánicas que en todo
momento han venido construyendo el relato inútil de la hispanidad clásica
hasta, incluso, el actual régimen del 78.
El racionalismo y la
perspectiva einsteiniana
Ningún liberal ilustrado
puede alinearse con la irracionalidad patosa y analfabeta del hispanismo
político y social clásico; mucho menos un socialdemócrata racionalista. Es por
ello que si bien resulta ya una aberración no marcar distancias –a diestro y a
siniestro–, con esa herencia de irracionales austericidas; no es extraño
que cualquier observador neutral considere el habitual entendimiento
“bipartidista” como un autentico sindiós nauseabundo. No reparemos ya en cómo
lo puede percibir quien vive de cerca la habitual deriva de la patera ibérica.
Visto con perspectiva
einsteiniana, la solución de urgencia que ofrece Podemos no descubre más que la
variante mesiánica del hispanismo clásico. Una variante de oprimidos que
únicamente se limita a transformar en fuerza de fe la misma irracionalidad
cultural del derechohabiente naufragado .
El algoritmo semántico
de los politólogos de la Complutense
Se trata de una fuerza
considerable que los politólogos complutenses modulan a través de un brillante
y novedoso algoritmo retórico simplificado que frente a un “ellos”
indiferenciado suprime el discurso ideológico, y racional, y se adapta a
twitter mediante el malabarismo de una batería de palabras con carga semántica
sentimental y difusa; “casta”, “los de abajo”, “los de arriba”,
“izquierda”, “derecha”, etc.
Lógicamente el votante
de agua al cuello no tiene sensibilidad para promesas utópicas. Se encuentra lo
suficientemente entumecido como para sólo desear soluciones urgentes de
aplicación inmediata y gestión eficaz. Un deseo que se transfiere también por
vasos comunicantes a todos los que están a su alrededor afectados en mayor o
menor grado por la desgracia.
La férula de los 140
caracteres
Es la misma lógica de la
necesidad y la angustia que antaño se comunicaba por vía del telegrama. Método
de mensajería que se diferencia radicalmente de la vieja lógica ortodoxa tanto
del discurso del bienestar y el acomodamiento, como del sermón libertador de la
montaña.
Se trata de un brillante
análisis teórico de mesa de amanuense académico que como Laclau piensa a 7.000
km de distancia vertical de la realidad de superficie. Un análisis que ignora
inexcusablemente las abismales diferencias que existen entre Rajoy, Rivera y
Sánchez, distorsionandolos y triturandolos en un “ellos” por igual enemigo en
una mensajería de 140 caracteres.
Consecuentemente la
mensajería va hoy por Whatsapp o por Twitter y lo que los politólogos de
Podemos hacen no es otra cosa que adaptar a Twitter el áspero discurso de Das
Kapital diciendo simplemente “cuidado
con ellos,” o lo que es lo mismo; “cuidado
con el hambreador”. Se trata de una brillante adaptación popular de los
inbricados textos plomizos de Marx sintetizados ya por los tupamaros de los
años 50, del siglo XX, en sus revoluciones de Río de la Plata; actualizadas hoy
en la Venezuela caótica de Chavez–Maduro.
El triunfo de Twitter frente a Gutenberg
El cambio de paradigma
que impulsan los politólogos de Podemos –asesores bienpagados del Chavismo
venezolano–, es realmente magistral, sin duda, por cuanto no solo supone el
triunfo de twitter frente al plomizo Gutenberg, sino que abre una senda de
sentido común dentro del campo de la democracia republicana en sociedades desarrolladas
en situación de naufragio permanente.
Será a partir de ahora
que rescatar a los náufragos lanzándoles plomizas doctrinas ideológicas como el
que lanza troncos de secuoya al que está ahogándose en el mar será percibido
con tal brutalidad que todo el mundo verá que lo único que se consigue así no
es más que el hundimiento permanente de todo derechohabiente que trate de
mantener su cuello a flote.
Para bien, o para mal,
la política twitter acaba de inaugurarse con Podemos en España, y su lógica no
es otra que la del relato sentimental; nunca la racional. Es el triunfo del
liviano algoritmo literario del cuento corto frente al pesado plomo de sendos
tratados editoriales de cientos de páginas infumables.
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