La Calle de Córdoba XXI

miércoles, 27 de julio de 2022

El derrumbe de la izquierda española. No hay clases sociales; hay posiciones sociales.

A las puertas de una crisis anunciada con los frescos de otoño, Andalucía es el síntoma de una sociedad –la española–, perdida entre un extendido escepticismo económico–político y un futuro carente de ideas. Los del PP no las necesitan, y nunca las necesitaron, porque desde la dictadura que les alumbró, lo único importante para la derecha española son los patrimonios personales.

Sin patrimonio no hay derecha que valga. Y es por ello que el arte de la transición del 78 fue lograr mantener intactos los dos pilares fundamentales del tardofranquismo. De un lado el intocado, e intocable, Poder Judicial. De otro la doctrina básica de la propiedad que justifica su metabolismo de acumulación capitalista entre la lógica evangélica de San Mateo 13:12 –«Al que tiene se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene se le quitará aún lo que tiene»–, y la ley de Moises por la que solo «quien tiene padrino se bautiza»