Corre por ahí la idea de que estamos en
un momento de auge de la extrema derecha en Europa. Incluso hay quien dice que
la derechización de Europa debilita los valores tradicionales europeos. Pero
en mi opinión no es la extrema derecha la que crece, sino la izquierda la que
se diluye en el relato de categorías tan propio del racionalismo intelectual de
finales del siglo XX.
Hablar en estos términos conduce a la
frustración del lector toda vez que le genera una falsa concepción de
conocimiento de superficialidades volátiles que no consolidan esencias
comprensivas de los fenómenos sociales que se analizan. Es el discurso de los
“expertos” que nada saben pero todo lo opinan contra factura.