En una situación económica caracterizada por las altas tasas de desempleo y precariedad, la caída del PIB, el desmoronamiento de rentas, la agonía de las Pymes y una esperanza basada en el endeudamiento, las derechas nacionales vibran por la libertad al mismo tiempo que todos los sectores económicos preparan sus cuentas bancarias para que entren los fondos europeos. Libertad subvencionada; ¡eso sí! Porque la libertad de las derechas constitucionalistas no refiere un derecho, sino un privilegio caro de mantener incluso con un sistema normativo que protege la acumulación de riqueza como pilar fundamental del Estado de Derecho.