
Es
posible que esa misma analogía fronteriza de la línea del horizonte sirviera a
Platón para formular su influyente cosmología de la separación entre el mundo
de los hechos reales y el mundo de las ideas estableciendo la equivalencia
entre realidad y percepción. Equivalencia que en el Derecho no es natural sino
que está siempre mediatizada por el criterio del juez que valora la prueba con
arreglo a su entendimiento; verdadero trono del omnímodo poder judicial.